La tonalidad de los colores juega un papel importante en el confort térmico de los edificios, influenciando la absorción, reflexión y emisión de energía térmica. Junto con el análisis del clima local, la orientación solar y las cualidades de los materiales de construcción, es posible concebir un enfoque integrado según los colores de las superficies que ayuda a ahorrar incluso en la factura de luz. Aprende cómo estas variables pueden combinarse para que los colores mejoren el rendimiento térmico de tu proyecto.
Reflejo de la luz del sol
En general, los colores claros, como tonos de blanco, crema y colores pasteles, reflejan una mayor cantidad de luz solar y calor. Este fenómeno ayuda a reducir la absorción de energía térmica por el edificio, manteniéndolo más fresco durante el día. Además, al reflejar más luz natural, reduce la necesidad de uso excesivo de sistemas de enfriamiento o iluminación artificial.
La Agencia FAPESP destaca las investigaciones del profesor Maurício Roriz, de la UFSCar, que traen un importante punto: "no siempre los colores más claros absorben menos luz solar, ya que más de la mitad del espectro de la radiación solar está en la región del infrarrojo, que no es visible a simple vista. Con esto, una superficie visualmente clara puede concentrar más calor que una superficie un poco más oscura", como ejemplo, el color blanco hielo refleja menos luz que colores como marfil, perla, paja (tonos de amarillo claro) e hinojo (verde claro).
Absorción de calor
A diferencia de los colores claros, las tonalidades más oscuras tienden a absorber más luz solar y calor. Esto puede ser beneficioso en climas fríos o durante períodos más fríos del año, ya que puede ayudar a calentar naturalmente el interior del edificio, evitando un uso extensivo de sistemas de calefacción. En regiones más calurosas, esta opción puede aumentar el consumo de energía eléctrica debido al uso necesario de aire acondicionado o ventiladores. Es importante destacar que estas tonalidades deben ser colocadas de acuerdo con una buena orientación solar. De lo contrario, dependiendo del programa, puede ser necesario el uso de iluminación artificial incluso durante el día, ya que tienden a oscurecer el ambiente.
La tesis de doctorado realizada por Kelen Almeida Dornelles, en la Unicamp, también se destacó en la Agencia FAPESP. En su trabajo demuestra que los colores que más absorben calor en sus superficies -paredes o techos- son el negro (98%), gris oscuro (90%), verde oscuro (79%), azul oscuro (77%), amarillo oscuro (70%), marrón y rojo oscuro (70%). Por otro lado, el blanco absorbe solo el 20% del calor solar, demostrando por qué optar por techos y paredes externas con colores más claros configura una excelente estrategia pasiva, es decir, sin gasto energético, para el confort térmico en regiones de clima más cálido.
Emisión de calor
Los colores oscuros permiten luego irradiar el calor acumulado durante el día, ayudando a mantener una temperatura interna más baja durante la noche. Esto puede ser ventajoso en climas donde los días son calurosos y las noches son frías. En este caso, es necesario realizar un análisis para mapear las diferentes tonalidades de colores en el proyecto para un mejor aprovechamiento térmico y energético. Por ejemplo, un edificio puede tener colores claros en su fachada para reflejar la luz solar durante el día y colores oscuros en las áreas internas para absorber el calor que se liberará durante la noche; en este caso, para una mayor eficiencia, es importante comprender la inercia térmica del material utilizado.
El efecto psicológico de cada color
Además de las cuestiones físicas que involucran la reflexión de luz, absorción y emisión de calor, los colores también pueden afectar la percepción térmica de los usuarios. Superficies internas de colores cálidos pueden crear una sensación más acogedora, mientras que los colores fríos pueden proporcionar una sensación de frescura. Es decir, en el caso de trabajar con diferentes colores para un ambiente, es importante comprender no solo cómo pueden alterar el espacio, sino también qué sensaciones pueden brindar a las personas.
Colores y vegetación
Ya hemos visto que los colores tienen una fuerte influencia en el rendimiento térmico y energético de las edificaciones. En un proyecto que prioriza la iluminación y ventilación natural, la vegetación también puede desempeñar un papel importante en el confort térmico y el ahorro energético. Plantas, enredaderas, árboles y arbustos, cercanos al edificio, además de brindar diferentes colores que cambian a lo largo de las estaciones, también colaboran con la reducción de la temperatura circundante al crear sombreado y, así, disminuir la exposición directa a la luz solar.
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